• Comunica y es transparente con los empleados.
• Reconoce los esfuerzos.
• Proporciona medios de trabajo suficientes y adecuados
• Absorbe la tensión y transmite confianza
• Se preocupa por la salud de sus empleados
• Da ejemplo con su conducta
• Establece objetivos realistas
• Forma y desarrolla las habilidades de cada empleado.
• Asume y delega la responsabilidad.
Hay muchas listas de estas, pero todas se resumen en lo mismo: un buen jefe sabe de qué habla y trata a las personas como personas.