Con la generalización del uso de teléfonos de empresa y sobre todo a raíz del teletrabajo reconocer y respetar el límite entre la jornada laboral y la vida particular se complica. La normativa establece el derecho de los empleados a dejar de recibir comunicaciones de su empresa una vez finalizada su jornada. Esta desconexión digital se concreta en el derecho a no leer los mensajes recibidos por cualquier tipo de plataforma o sistema de mensajería y a que el empleador no se ponga en comunicación con los trabajadores en su tiempo de ocio, o como mínimo a no requerir ni tener expectativa de respuesta por parte del trabajador durante ese tiempo. Hay dos acciones que pueden ayudar a que este derecho sea respetado. La primera es desconectar los teléfonos de empresa al terminar la jornada. Si te lo llevas y está enchufado el simple hecho de que escuches los tonos de entrada de correos y mensajes ya perturba el derecho al descanso. Ahora bien, eso implica no usar nunca el teléfono de empresa para uso personal. La segunda es fichar. Si el sistema de fichaje es a través del pc o del móvil, si te entran llamadas o mensajes y vas a responder, antes de hacerlo ficha una entrada al trabajo y cuando finalices la tareas ficha la salida al trabajo. Cada vez. Este tiempo quedará registrado como horas extras. En breve será la empresa la que dejará de llamar o escribir durante los descansos y las vacaciones para no tener que abonar horas extras. Para quienes teletrabajamos, a partir del 13 de octubre que entrará en vigor la ley del teletrabajo, todo quedará más claro ya que la ley establece la obligación, bajo amenaza de sanción por falta grave en caso de incumplimiento, de regular las condiciones de trabajo de los empleados mediante un acuerdo firmado por escrito que contenga obligatoriamente entre otras cosas la “determinación del horario de trabajo efectivo y la disponibilidad horaria del trabajador”. Así se refuerza la protección del empleado que verá cómo la empresa puede ser sancionada si incumple o bien conseguirá que se le abonen las horas extras si le llaman fuera de horas. En todo caso, en un país con un 20% de paro la ley nunca es mecanismo suficiente para protegernos. Quien se aferre a la ley y le apriete las tuercas a su empresa ni medrará ni verá su contrato renovado. Quien le permita cualquier cosa a su empresa tendrá trabajo durante más tiempo aunque de menos calidad. Y así es el eterno tira y afloja.
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Tira y afloja
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