De acuerdo con un estudio realizado por investigadores de la Universidad de Pensilvania Penn State (author Michael J. Tews, associate professor of hospitality management at Penn State’s College of Health and Human Development) los reclutadores de personal son menos propensos a seleccionar a aquellos candidatos que se muestran implicados y que opinan de forma comprometida en las redes sociales. Expresar tus puntos de vista sobre temas sociales controvertidos en FB, Twiter y Linkedin te puede costar el empleo.
Las conclusiones del estudio son las siguientes. El estudio reporta que durante el 2018 al menos el 60% de los reclutadores descartaron candidatos sin llamarles siquiera basándose en los contenidos que tenían estos publicados en sus perfiles, en los likes o en los comentarios que hacían de otros contenidos. A través de esta información los reclutadores se hicieron un retrato, ya sea preciso o sesgado, de los candidatos que descartaron. De forma especial influyen aquellas opiniones expresadas por los candidatos que por su pasión o intensidad o por su compromiso con la defensa de causas que disgustan a las empresas, llevan a los reclutadores a considerarlos problemáticos. Por otra parte, los reclutadores que participaron en las pruebas del estudio sistemáticamente descartaron a los candidatos cuyos contenidos en redes sociales les llevaron a pensar que estaban muy enfocados en sí mismos y en sus propios intereses, dado que estas personas tendrán supuestamente menos inclinación a sacrificarse por el equipo o por la organización. Aquellos candidatos que postean sus opiniones sobre temas polémicos y de debate social son vistos por los reclutadores como conflictivos y poco cooperativos, por lo que los reclutadores disuaden a los otros managers de la empresa de su contratación. Desde la perspectiva de las empresas, los responsables de selección deben adquirir cada día mayor formación y experiencia en inspeccionar las redes sociales en búsqueda de informaciones personales relevantes que contribuyan a tomar decisiones de contratación y también posteriormente de gestión de las personas basadas en su personalidad deducida de su actividad en las redes sociales.