Parece que sigue viva en el Gobierno la intención de conseguir una nueva subida del SMI, de los 950 € actuales a los 1.000 € para el 2021. Los portavoces de la patronal ya han avisado de que no es buen momento. Hay que reconocerlo, pero la patronal también debería reconocer que nunca lo ha sido. Dicen que es un mal momento porque afectaría muy negativamente a la empresa, especialmente a los sectores más afectados, el agrario y la hostelería. Precisamente se mencionan dos sectores que necesitan, no solo revisión salarial, sino revisión integral. Revisión de excesos de jornadas y horas extras no abonadas, de trabajadores ilegales, de condiciones de seguridad e higiene en el trabajo, de fraude en las modalidades contractuales y en general del nivel de precariedad laboral que generan ambos sectores. No carece tampoco de sentido la patronal Cepyme cuando argumenta que este incremento sería fatal, en esta segunda ola de la pandemia con las empresas sometidas a nuevas limitaciones de actividad lo peor que se les puede hacer es encima incrementar sus costes.
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¿Subir el SMI a 1000 € en 2021 es un suicidio?
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