Esa joven Barcelona se saltó la cuarentena motivada por el miedo a perder su trabajo. Fue al centro médico del barrio porque un familiar con quien tuvo contacto suyo empezó a tener síntomas, y se hizo la prueba. Luego se quedó en casa encerrada las primeras 36 horas, sin preocupación porque esos días no tenía que ir al trabajo. Pero luego de ese tiempo se juntaron dos circunstancias: primero que aquel familiar dio negativo, y segundo que le tocaba ir ya al trabajo y estaba convencida de que si pedía la baja y no iba la despedían. Así que se saltó la cuarentena por miedo. Ser responsable a nivel sanitario debería ir acompañado de la estabilidad y la seguridad de no perder el empleo, manifiesta. Esta noticia recuerda a esas otras de empresas que están haciendo trabajar a personas que han dado positivo y que incluso les piden discreción y que no lo cuenten para que no les cierren el centro de trabajo.
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Si no me saltaba la cuarentena me quedaba sin trabajo
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