Atención con lo que haces con tu teléfono móvil del trabajo. Cuanto menos lo uses para propósitos personales mucho mejor pues la tecnología disponible permite a tu empresa ver toda tu actividad en el dispositivo y lo que guardes en él, solo tiene que cumplir unas normas para que sea legal: simplemente incluir una cláusula en tu contrato, de la que tú ya ni te acuerdas que existe, por la cual se te avisa de que la empresa podrá acceder al contenido de sus conversaciones por motivos de seguridad. Dejando a un lado las prevenciones legales para que la empresa pueda usar esa información contra ti, solamente centrándonos en lo que técnicamente puede llegar a hacer: la empresa puede ver todo lo que haces con tu móvil de trabajo y lo que guardas en él. Los dispositivos son suyos y por lo tanto pueden ver lo que hay dentro, la empresa antes de entregar los móviles a los usuarios puede instalar un software que recopile lo que desee, por ejemplo el tiempo de uso de cada aplicacion, tus redes sociales o Whatsapp, conversaciones de Skype, el envío y contenido de los mensajes, fotos, las llamadas e incluso tu ubicación,… en general, tienen acceso a absolutamente todo lo que haces con teléfono, instalando el software adecuado pueden espiar lo que hay en el móvil y acceder a él como tu mismo.