Si de algo vale tener talento es para que te cuiden. Hay empresas que necesitan cuidar y motivar a sus empleados porque su negocio depende del conocimiento, de su desarrollo y de sus aplicaciones. Y ese conocimiento particular en este momento concreto es escaso en el mercado laboral, y las empresas se lo roban entre ellas. Otros no necesitan cuidar de sus empleados porque el trabajo que realizan lo pueden hacer millones, así es que si el empleado no está contento es problema suyo, si se va mañana habrá cien de repuesto que están en el paro. Por tanto no es del todo cierto como dicen algunos que el coronavirus está cambiando la cultura empresarial haciéndola más orientada a las personas. Como ha sido siempre, se actúa por intereses, no por filantropía. De hecho si de algo nos ha servido el covid es para darnos cuenta una vez más del enorme poder que tiene en la conducta humana el estímulo negativo. Ha sido un virus y no un refuerzo positivo, el que ha provocado todos los cambios que se observen. Ha sido la evitación del daño y no la persecución de un ideal lo que ha provocado esta evolución. Han sido el miedo, la escasez y la necesidad de ahorrar los que han transformado para bien o para mal el mundo en nueve meses. Las empresas cuidan el talento digital especialmente porque temen no hacerlo. En estos momentos son como Messi. El talento digital teletrabaja y las empresas buscan formas de mantener motivados e implicados a sus empleados remotos para que no se les despisten y caigan en la tentación de escuchar ofertas de terceros que les traten mejor. Algunas les organizan clases de yoga, sesiones de entrenamiento y seminarios web sobre manejo del estrés. Otras envían a sus empleados mobiliario y un monitor de lo mejor. Otras ofrecen semanas de estancias de trabajo en resorts a elección de los trabajadores una vez al mes. Otras crean clubes de lectura y clases de cocina virtuales o les organizan actividades lúdicas con desafíos a resolver en equipo. Algunas les mandan camisetas por sorpresa, gel hidroalcohólico y tarjetas regalo. Se contratan animadores infantiles virtuales con juegos, narraciones, música y otras actividades para los teletrabajadores que tienen niños pequeños en casa. O les organizan cenas telefónicas en las que el equipo recibe comida en a domicilio… No creo que ninguno de estos beneficios llegue a los repartidores
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Ideas de las empresas para motivar a sus teletrabajadores
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