Pues ya lo anuncian los medios como una novedad que se avecina. Contratar sin necesidad de entrevista personal, la decisión se tomará mediante el análisis exhaustivo de la información que los algoritmos encuentren de la persona en redes sociales y en internet. Y, opcionalmente, las entrevistas de trabajo las harán robots programados para la tarea. ¿A quién le puede alegrar esta noticia? En primer lugar y mucho a las redes sociales que son quienes están haciendo de megáfono para que los usuarios se vayan familiarizando y acostumbrando a la idea. Si ya damos suficiente información personal a internet, imagina ahora. Nos dicen que para pasar por este proceso de forma exitosa es vital mantener el perfil actualizado en las redes, porque tu empleo depende de los datos que un bot rastree y encuentre. Otros que celebran la noticia son las empresas tecnológicas. El peligro es que los desarrolladores muchas veces saben poco de la realidad y del objetivo para el que están trabajando, muchas veces están ciegos ante lo que están construyendo, y si acaso las conocen no se responsabilizan de las consecuencias. Es posible que los devotos del Dataísmo no entienda el problema, o quizás sí lo saben y lo menosprecian. Es un error sustituir al humano por una máquina en un proceso de selección, porque no lo automatizan, lo deshumanizan. En un proceso de selección realizado por humanos se presentan dudas que retrasan nuestra decisión pero que son buenas porque la dificultad de elegir nos recuerda nuestros valores, en las entrevistas descubrimos sutilezas y detalles que resultan tener el tamaño de montañas, hay empatía, indispensable para la comprensión y la comunicación humanas, hay verdades y mentiras que solo se aprecian cara a cara, hacemos excepciones cuyo de ejercicio es un derecho que debemos conservar, hay connotaciones, recuerdos, energías, emociones, gestos…, y cien cosas que un algoritmo es incapaz de considerar. Si se pretende zanjar el debate con la pregunta ¿quién acertará más con la persona adecuada, el algoritmo o el seleccionador humano? Pues no lo sé seguro, pero hagamos una cosa, puestos a deshumanizar sustituyamos también a la persona por un bot en las siguientes situaciones: para decidir aceptar o rechazar una demanda o un recurso en el juzgado, para decidir en las urgencias del hospital si te atienden en el momento o te hacen esperar a mañana, para decidir si desconectamos ya el pulmón artificial que mantiene con vida al enfermo, para decidir una condena, un premio o quien recibe una ayuda o subvención, que decida un robot mediante análisis comparativo de datos objetivos cuáles de nuestros hijos son mejores y por tanto a qué futuro tiene derecho cada niño, a ver si nos gusta este panorama.
La votación está disponible solo para miembros.
-
0
0
¿Eso no ocurrirá?
La votación está disponible solo para miembros.
-
0
0