Solo un 20% de los socios son mujeres. Esta baja representación femenina en los órganos de administración y dirección de los bufetes choca con su presencia en sus plantillas, donde las mujeres que ejercen la abogacía ya alcanzan el 49%.
¿Debe dejarse que sea el tiempo lo que vaya equilibrando la presencia de hombres y mujeres en los Comités de Dirección de los bufetes o hay que tomar medidas para acelerar el proceso? ¿Qué medidas serían estas?