Vivo y trabajo en Leganés. En la empresa en la que trabajo el empresario es un hombre que alcanza la edad en la que la salud ya es irreversible, tiene la voz debilitada y bolsas de grasa bajo los ojos, diversos achaques no mortales recorren su cuerpo, sus espaldas cargadas provocan que la cabeza le salga hacia delante como a una tortuga, y tal que un reptil, con la misma emoción mira para examinar un fenómeno físico que a un ser humano. Porque todo forma parte de un entorno repleto de intereses que aprovechar, de ahí que al mirar en cualquier dirección también se le formen bolsas de dinero ante los ojos y que su estado moral sea ya igualmente irreversible. No creo estar ofendiendo a nadie, pues que conste que de los parecidos reales no tiene culpa quien los halla sino quien los guarda. Bien. Entre quienes le conocemos tiene algunos motes, quizás el más redondo sea el de “púa”, por su condición de Presidente y Único Administrador, y también porque no hay por donde cogerlo. El principio esencial que por natural instinto rige su trato con proveedores y empleados es el de “donde pago cago”. Le parece naturalmente lógico, y al asumir que el universo ya nació con esa regla cuenta con justificación de origen divino para considerar que como patrón se erige automática y exclusivamente en acreedor: ¿Cómo imagináis que tratar a la gente alguien así?
A ver!! Caballero “Anónimo 6:19 pm”, un mando no puede tener como foco principal defender a la plantilla, pero cualquier persona con responsabilidad sabe que todo lo que se hace en la empresa se consigue gracias al trabajo de las personas.
Un líder no puede estar todo el día a satisfacer los deseos de su gente, pero no se puede perder de vista lo que las personas de tu equipo precisan para que se genere un buen ambiente de trabajo y se las trate con equidad y justicia.
El Sr. PÚA aparenta ser un felón, pero un mando debe también, además de preocuparse por el negocio que nos alimenta, preocuparse de alimentar a sus ejércitos y dirigirles con justicia. Un ejército sin generales justos es un ejército derrotado.
Al felón le llegará su hora, pero es cierto que, mientras tanto, todo aquel que trabaje a su alrededor sufrirá.
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No me fastidies!. Lo del WhatsApp no funciona para cosas serias.
Este invento sí que nos sirve!!!. Aquí nos podemos enterar de las cosas sin señalarnos.
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los mandos medios no tienen carácter. y solo hay dos directores, pero tienen familia. Tú qué antepondrías el buen salario que te permite ocuparte de los tuyos o erigirte en defensor de la plantilla y acabar enfrentado a todos?
tenemos un delegado de personal, si. pero no tiene formación suficiente en relaciones laborales para poder convertirse en un contrapoder. imagino que como en muchas empresas. una vez hicimos un grupo de ws para hablar de las cosas que nos molestan y nos preocupan, pero hubo un topo. no sabemos quién fue pero le enseñó al dueño todo el hilo de conversación. éramos quince. el dueño cogió a los dos más “efusivos” del chat y los despidió. pagó y los sacó.
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What the fuck!!! Menudo espécimen el tal “PÚA”!!!.
No le iría nada mal a ese tipo un buen Comité de Empresa!!!!.
No hay Comité de Empresa o qué? o sí lo hay y son “mansitos y bien alimentados”?
Y los Directivos qué dicen ahí? no dicen nada? se van a sus mega cursos de mega líderes y luego callan cuando el que paga caga?
Joder compañero!!! menudo panorama me estás pintando, como otras cosas en la vida, lo normal es que a la gente que trates mal se marche de tu lado, y cuanto más valiosas sean esas personas, peor para la empresa. Sólo se quedarán los paquetes y los menos brillantes.
Madre de Dios!!!, no me puedo creer que exista esto en el siglo XXI!!!
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Maravillosa lectura.
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